En La Capilla

Espacio Cultural en Arguedas

Retratos y otros rostros.

 

La Asociación de pintura Artelanasa de Arguedas nos presenta ésta exposición basada en el género pictórico del Retrato. Un tema en el que algunas de sus componentes se están adentrando de lleno durante los últimos años.

El retrato es un género pictórico que estuvo muy vinculado en tiempos a la realeza y la aristocracia. Como forma de mostrarse al mundo con los atributos de poder y la grandeza que se le presuponía al retratado, o con los que se quería engalonar. Con el tiempo y la fotografía, el retrato se fue popularizando y las fotografías de familiares constituyen un elemento afectivo importante entre nuestros objetos.

 

En muchas ocasiones, realizar el retrato de un familiar o conocido; se convierte en un acto de amor, en un reconocimiento afectivo hacia la persona retratada por parte del pintor o pintora. Una manera de seguir cerca de esa persona querida, una manera de honrarla y honrar el vínculo que los une. Y de éstos, encontramos abundantes ejemplos en ésta exposición: Marisa Aguirre, José Enrique Ramírez, Pili Zubieta …

En otras, el retrato se convierte en un medio de aprendizaje y campo de exploración del rostro humano y sus posibilidades plásticas como en el caso de Txus Sanz o Maribel Osta. O en una exploración psicológica del individuo….a veces entremezclada con la propia del pintor, como si mediante ese intercambio de miradas entre uno y otro durante el tiempo de ejecución del cuadro, una simbiosis de personalidades se fuese fraguando.

Pero, además de lo mencionado, en ésta exposición titulada “Retratos y otros rostros” nos encontramos algunas curiosidades que nos inquietan o descuadran de la línea que se viene comentando. Y es que esos otros rostros, ya no tan cercanos como los cuadros de Carlota Galarreta o Belinda Rota nos muestran un retrato psicológico de tierras lejanas y panoramas inhóspitos, como es “el rostro de la guerra desde la infancia” un rostro que preferiríamos, no existiera pero existe. O los que representan a personajes de tribus urbanas de Txus, donde el individuo se empieza a ocultar en el personaje.

Y es que el género del retrato da para mucho entre los pintores, y el retratado no deja de entrar en el eterno juego de la representación, entre lo real, lo ficticio y lo imaginado. Como bien nos muestra el cuadro de Belinda “La reina de la fiesta” una invitación al juego de máscaras sociales y personales… como la vida misma.

Sol Aragón.

(Texto para el díptico informativo de la Exposición “Retratos y otros Rostros” Espacio cultural LaCapilla en Arguedas. Navarra.

Exposición abierta del 23 de diciembre al 10 de Enero de 2015)

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