Las cuevas de Arguedas.Hay belleza en el olvido.

En una noticia del Diario de Navarra, allá por 1965, año en el que se dejaron de habitar las cuevas de Arguedas; se anunciaba la total destrucción de las mismas. Hoy agradecemos que no se llevase a cabo.

No deja de ser curioso, que el mismo lugar que por aquel entonces se quería hacer desaparecer bajo los escombros, hoy sea uno de los mayores atractivos turísticos de ésta localidad, y un paisaje de lo más peculiar que nos diferencia de las poblaciones cercanas, y nos caracteriza.

¿Y qué tiene de especial? Como muchas otras cosas, depende de los ojos con los que se mira.

La Peña, la espalda de nuestra localidad y ahora uno de nuestros mejores paseos, tiene una belleza muy peculiar. Sus caracteristicos cortados, barranquillos, zonas de estratos y láminas pétreas vistas… le imprimen una morfología muy peculiar. Si a esas formas que la naturaleza ha ido esculpiendo a lo largo de los años le añadimos las características oquedades de las puertas y ventanas oscuras surcándola , nos encontramos con un bellísimo paisaje, y un tanto pintoresco.

La mirada que estos pintores posan en éste paisaje y trasladan al lienzo nos lleva hasta allí. Así, en esta exposición, nos descubren la belleza de ese entorno, su morfología y estructura. Nos muestran la fuerza plástica de esas “puertas” oscuras, la potencia visual que ejercen en ese entorno, contrario a cualquier línea recta. Como si la tensión que genera esa contradicción visual, fuese reflejo de un fragmento de la historia local.

Y así vamos encontrándonos con diferentes miradas a un entorno familiar, y por un tiempo, olvidado: miradas panorámicas, del caminante del Bordón y observador de cuevas, como la de Marisa Aguirre en Paseo a caballo por el Bordón porque ¿Quién se resiste a contemplar las increibles formas que ofrece La Peña iluminada por la noche o esos magníficos colores de la tierra tras la lluvia? O sencillamente, a mirar una y otra vez esos huecos negros.

Miradas de primer plano con la invitación a entrar en el misterio, más allá de esa oscuridad. Miradas que se deleitan en las texturas, colores y formas características de esta tierra. Otros, lo hacen desde el interior, mostrando que incluso el abandono merece la pena ser observado, y es un tema muy digno para la pintura. Desconchados de variados colores, sumamente atractivos, llenan el lienzo.

Hay quien mira al recuerdo e imagina, trayendo al presente la vida que un día aconteció allí; como es el caso de “niños cuevanos” de Alfredo Iñiguez.

Una vez más, como en la exposición de Callejeando, estos pintores nos llevan a apreciar el valor de aquello que nos rodea, fragmentos de nuestra localidad, la belleza de sus rincones; y lo hacen a través de sus ojos, de sus pinceles y de su sensibilidad. Mostrándonos a todos que hay belleza en el olvido, y recordar restaura.

Sol Aragón

(Texto presentación de la exposición de  pintura “Las Cuevas de Arguedas. Hay belleza en el olvido”  que se realiza en el Espacio Cultural LaCapilla del 14 al 29 de Junio de 2014)